No, no penséis mal, no voy a escribir aquí ningún tipo de relato erótico Esto es mucho más serio.
Es un escalofriante relato de unas personas que se encuentran en una casita, en lo alto de una montaña, alejados de toda civilización que no esperaban lo que iban a vivir esa noche…
Bueno, vale, tampoco es un relato de terror, siempre y cuando los protagonistas no comencemos a pensar seriamente en el estado de nuestras mentes, de lo contrario caeremos sin duda en un ataque de pavor total.
Todo comienza con una tranquila partida de cartas primero a la pocha y luego al burro, pero en vista de que las cartas eran juegos demasiado peligrosos… Sí, no me mires con esa cara, si te digo que son peligrosos es que lo son. ¡Quizás yo sea la única persona de la historia que se ha lesionado jugando a «Burro», pero ya hemos asentado un precedente que es digno de ser tomado en cuenta!
Finalmente nos decantamos por jugar a ese maravilloso juego de imaginación y mímica que es: «Jugar a las pelis».
Yo creo que este juego debería ser una práctica de la carrera de psicología, poner a varias personas a jugar y observarlas; porque una persona que juega a este juego en pleno estado de desesperación por intentar comprender a su compañero y poder llegar a la respuesta correcta es totalmente de estudio.
¿Qué no?
Bien, procederé a indicar unos cuantos títulos reales y sus… uhm… alternativas (quizás para un remake, igual a alguien le gusta).
Sor Citröen –> Una mujer cura (y desinfecta y sutura, no te jode).
Los 12 del patíbulo –> Los 12 mandamientos (2 extras, creo que eran no atacarás con las uñas a la gente jugando a las cartas y tendrás unos pantalones de chandal gris para estar por casa toda la vida, ¡los mismos pantalones!).
Los 12 del patíbulo –> Las 12 tablas de la ley (a tabla por ley, más portada y contraportada).
Juegos salvajes –> Juegos cachondos (a ver, hay que reconocer que este podría haber sido perfectamente el título de la peli).
Sexo en Nueva York –> Follarse a la Estatua de la Libertad (… ehms… yo aquí es que no tengo palabras, si alguien es tan amable de ayudarme a comentar esto…).
Días de trueno –> Lluvia de pendientes (parece un anuncio del Bijoux Brigitte xD).
La dolce vita –> La dulce bicha (¿¿¿pero qué andabas pensando????).
La boda del monzón –> La boda de Donkey Kong (la próxima vez jugamos primero a las pelís y luego a la wii, y no al contrario, que el Vali es muy influenciable).
Mentiras arriesgadas –> Robota (jajajaja, bueno, al menos sentamos un precedente y ya todos reconocemos cuál es el gesto para decir que la peli es de Arnold Schwarzenegger).
Mentiras arriesgadas –> Mentira mecánica (el gesto «robota» seguía despistándola…).
Soy leyenda –> Yo leyendo (vamos a ver… si ya estaba definida que la segunda palabra era «Leyenda», ¿eso a qué venía?).
Una rubia muy legal –> Las rubias son guerreras (y Xena era morena teñida, que lo sepáis todos, ¡ya era hora de que la verdad saliese a la luz!).
En resumen, nos deberían contratar para poner los títulos a las pelís, que los suyos son una puta mierda al lado de los nuestros.