Latido IV

Latido IV

Era tan inconformista
Estaba tan empeñada con desgarrarse
Que se afanaba en comenzar el otoño
Al comienzo del verano
Gritando por la llegada del invierno

Era tan loca
Que algunos días de invierno
Le sabían a primavera
Y otros de otoño la abrasaban como el peor verano

Era tan única
Que vivió y murió sola
Porque nadie supo ver en sus ojos
Absolutamente todos los tiempos.