Sailor Moon - Ep. 01 - 90's

La niña llorona se convierte en guerrero


«Me llamo Bunny Tsukino, tengo 14 años y voy a segundo de secundaria, dicen que tengo la cabeza de chorlito y que soy una niña llorona». Vamos, si con esto no os ha quedado claro, yo ya no sé. En los primeros 20 segundos tenemos toda una declaración de intenciones: soy inútil.

Que sí, que seguidamente salva a Luna. O no, porque vamos, yo creo que Luna prefería quedarse con la tirita, ya te lo digo. 

Llega tarde a clase, la castigan al pasillo, se pone a zampar y saca unas notas de mierda. Es que es una puta joya, oiga. Es que no sé en qué momento a Luna le pareció buena idea darle poder alguno a semejante zopenca.

¿Está ella preocupada por sus notas de pena? Claro que no, se va a la joyería de la amiga, a darse un caprichito, que se lo ha ganado, ¡claro que sí! Mientras, la mala malísima quiere energía de los humanos, porque no han logrado encontrar el Cristal de Plata; y uno de sus sicarios ha mandado a una tipa que se ha marcado un «Mujer blanca soltera busca» y ha suplantado a la madre de la amiga de Lerddy… ¡de Bunny! El tema es que se va triste y ojerosa, so asquerosa, porque con un 30/100 que ha sacado en el examen no está la cosa para pedir pasta a los papis y comprarse joyitas.

Al que sí parecen preocuparle sus notas es al muchacho al que le da con el examen cuando lo tira hecho una bola de papel. Es Armando, que es muy buen estudiante y se escandaliza muchísimo (va vestido normal, de calle; vais a flipar cuando os hable del primer capítulo de Crystal, que además es más fiel al manga). Ya empiezan mal, todo porque él le llama cabeza hueca y a él podríamos llamarlo Armando Jaleo. No te puedes enfadar porque te digan las verdades a la cara, Tsukino, cara de pepino.

Ella quiere ser como Guerrero V (pero creo que es porque aún no la conoce, otra puta tarada de cojones), mientras se plantea teñirse de morena, hacerse un carnet falso y huir del país con tal de no llevar el examen a casa. Que por qué llega tan tarde a casa, le pregunta la madre, ¡je! Que qué tal el examen. Pues mal, hija, mal; tu hija es un zote. Mira si es gilipollas que se pregunta por qué te enfadas con ella y, seguidamente, dice que pasa de hacer los deberes y que se va a poner a sobar. Si es que no esperaras que este ser apruebe algo.

Y aparece Luna. Hablando y diciéndole que la estaba buscando (insisto también aquí, porque no la conoce…). Bunny, por supuesto está encantada y tiene una conversación madura con LunJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA, YA. Se echa a temblar, llora, casi delira. Pues aún así Luna le da el broche y le dije que tiene que ser un guerrero. Inconsciente… Vaya ovarios gatunos tienes, Luna, hija.

¡Pristina Luna, dame el poder! Aquí viene la parte chula, porque si hay algo chulo en el mundo del anime es la transformación de Sailor Moon. Mirad si mola que la patinadora sobre hielo, Evgenia Medvedeva, se montó esta performance:

Ahora convertida en Guerrero Luna y que en nombre de Luna te castigará, se va toda flamenca a la joyería donde la gente está ya muy malita por el tema de la energía y tal. Cual jabata se abre paso contra todo lo que el malvado ente le envía, con una mente fría y bravuJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJA, ¡SE PONE A PUTOLLORAR!

Y, ¡zas!, aparece la rosa roja y despista a la mala. Ahí está el Señor del Antifaz, estupendo, capa al viento, para simplemente decirle que llorando no va a solucionar nada. Gracias, Pablo Coehlo, para este viaje no hacían falta alforjas y, lo peor, encima se equivoca, porque con el llanto estridente, el ente no puede más con la vida y la rubia los moñetes le arrea con la diadema.

¿Y, mientras sucede todo esto, qué hace el señor? «Lo has hecho muy bien, Guerrero Luna, nunca lo olvidaré», dijo él, que siguió en la ventana rascándose los huevos. En serio, este señor, ¿para qué sirve?