Evidentemente, Luna no se iba a conformar con joderle la carrera y la vida a Ami, tenía que buscar más víctimas; concretamente a otras tres pobreticas muchachas que no sabían la que les venía encima. Y es que entre Ami y Luna no son suficientes para aguantar a Bunny. Y porque, en realidad, Sailor Moon trata de una historia de aguantar y aguantar (aguantar a Bunny, a Carola, a malos histriónicos y mil mierdas más).
La definición en sí misma de «estar hasta el coño«. La muchacha es un sol, pero tiene carácter y Bunny la saca de quicio (como es totalmente normal).
Es una mística de la hostia, así que no se descoloca cuando le vienen con todo el pastelón. Si la cabreas, te has quedado sin pelo en todo el cuerpo, le entra un espíritu gallego que te convierte en queimada en 30 segundos. No tiene el coño para farolillos, ya te lo he dicho.
Es Sailor Marte y lo suyo, sí, efectivamente, es el fuego (this girl is on fireeeeeeeeeeeee ♫).
Va pegando capones con la barbilla porque la tía es alta como una secuoya. Si Rai da miedo enfadada, imagina una tía altísima, con fuerza para darte una hostia que te deja rebotando quince días de pared a pared y que, encima, controla rayos y truenos.
El tema es que, como todas, realmente es un amor. Nuestra Sailor Moon se convierte en superamigui suya en cuanto prueba su comida (joder, si es que esto no es una guerrero, es una mascota), porque la muchacha te gana master chef sin esforzarse y le encanta la jardinería.
Dato curioso, es una cría de 14/15 años que vive sola (O_O) y suda tres kilos de llevar el uniforme del colegio porque no tienen para su altura y pasa mil de ir enseñando cacha.
Es Sailor Thor. Quiero decir, Sailor Júpiter.
¿Recordáis cuando dije que cualquiera de las otras sailor eran más competentes para ser líder que Bunny? Pues a ver, sí, pero no.
Carola es la verdadera líder de las Sailor (desde luego, el departamento de RRHH del Milenio de Plata, una triste pena, eh), que en un principio se presenta como la princesa. Ella es realmente la primera sailor que el mundo conoce, como Sailor V (primero esta y luego Sailor Moon, empezaron por los elementos más «brillantes»).
Carola es tan desastre como Bunny, impulsiva y hostiable. Encima, lo que más quiere en el mundo es ser una IDOL o cualquier tipo de famosa COMO SEA.
Adoro a nuestra Sailor Venus, pero me pasa como con Bunny: a veces me resultan insoportables.
Con bastante buen criterio, parece que a cada tarada le asignan un gato vigilante (de sus propias estupideces).
Artemis es un gato blanco, también con una luna en la frente y que soporta, limita y aconseja a Carola. También se encarga de aspectos técnicos y aparatitos varios.
Aunque no pongáis demasiadas esperanzas en él, no es tan competente como Luna; no sabemos si porque lleva demasiado tiempo con Carola, pero algo de gilipollez se le ha pegado.
A veces me planteo si esta serie no debería ser denunciada por apología del maltrato animal.
